Ösbru es una marca en clave femenina de material educativo, local y sostenible. Hace ya un año que Judith y Maite decidieron aunar fuerzas y creatividades, en vez de simplemente competir cada una al frente de su pequeño negocio. Revirtiendo la imperante mentalidad que empuja a los pequeños negocios a competir, consiguieron crear la que es ya una marca de referencia en nuestro país.

Hecho con mimo

Desde su taller, situado ni demasiado cerca ni demasiado lejos de la capital catalana, elaboran con sus propias manos todos los materiales que podéis encontrar en su tienda. El empaquetado de cada tabla de grafomotricidad, de cada puzzle, de cada encajable, es el paso final de un proceso meticuloso que lleva desde el papel a la madera cada uno de sus diseños.

Aprender jugando es la meta de toda propuesta de Ösbru. Por ello, cuentan con la implicación de personas formadas en Magisterio Infantil y Primaria en el proceso de diseño. Su objetivo es el de complementar la mirada de las creadoras, y aportar una visión especializada antes de la aprobación y presentación definitiva de los nuevos materiales a las familias. De esta manera consiguen un material educativo de calidad que es una apuesta estética y vivencial completa. Porque el juego ha de ser estimulante para que las niñas y niños se diviertan mientras practican la motricidad fina, la lectoescritura o las matemáticas.

Marcas hermanas

A nosotras nos encantan todos su materiales. Porque al igual que nuestros animales de peluche, tienen la clara intención de proporcionar un escenario de juego alejado de estereotipos asociados al género. Ambas marcas queremos un mundo en el que niñas y niños puedan crecer sin normas que encasillen y condicionen su percepción del mundo. Para que en un futuro cercano puedan contribuir a una sociedad igualitaria y con una mayor calidad humana.

De las muchas cosas positivas que decir sobre el proyecto de Judit y Maite, queremos hacer especial hincapié en el esfuerzo social y medioambiental que hacen desde su posición como empresa. Ösbru fabrica todos sus productos utilizando madera con certificado FSC procedente de proveedores de proximidad. Una elección que minimiza tanto la huella de carbono de su producción como el impacto sobre la naturaleza. Además, redondean la experiencia de compra protegiendo los pedidos con material reciclado, compostable y biodegradable.

Ösbru quiere generar un impacto positivo en el mundo que heredará la infancia, que hoy disfruta de sus creaciones. Además de destinar en un futuro parte de los beneficios a causas sociales, de investigación y preservación del medioambiente, todo el material que presenta alguna pequeña tara se dona a hospitales y a familias con pocos recursos. Las pequeñas empresas que muestran su compromiso con la comunidad serán las que ayudarán a cambiar el mundo.